La venta a granel se ha vuelto cada vez más común gracias a su impacto positivo en el medio ambiente, ya que evita el uso de empaques y promueve un consumo responsable. Además de reducir el costo de envasado y etiquetado, vender a granel facilita el almacenamiento y transporte de los productos. También reduce los desperdicios, ya que el cliente decide la cantidad que va a consumir.
Entre la enorme variedad de productos que pueden venderse a granel se encuentran: frutos secos, harinas, legumbres, frutas, galletas, productos de higiene, etc.
Si te interesa comenzar a vender productos sin empaquetar, aquí te damos algunos tips:
Evita la contaminación cruzada
La venta a granel cuenta con la ventaja de poder usar los mismos contenedores para almacenar, transportar y vender diferentes productos. Sin embargo, esto puede provocar contaminación cruzada, es decir, que los productos se mezclen entre sí. Esto representa un grave problema si se trata de alimentos alérgenos como lácteos o frutos secos, por lo que tienes que cuidar mucho la logística hasta que el producto llegue a tus clientes.
Limpia los contenedores periódicamente
Ya sea que utilices contenedores de plástico, vidrio o tela, es importante darles limpieza de manera regular para así evitar la propagación de moho, plagas o levaduras que podrían echar a perder el producto.
Ofrece una ficha técnica
Para que tus clientes sientan confianza al comprar a granel, tus productos deben estar debidamente identificados. El consumidor debe tener a la mano y en todo momento la información referente a ellos, como si tuviera la etiqueta de un producto envasado. Una ficha técnica incluye la denominación, los ingredientes, el lote, la caducidad y la identificación de alérgenos, información importante para que el consumidor sepa qué es lo que consume y hasta cuándo lo puede consumir.
Ofrece recomendaciones al cliente
Cuando se trata de la venta de alimentos sin envase, no sobra extremar precauciones. Aconseja a tus clientes sobre los contenedores ideales para cada alimento y cómo lavarlos. Por ejemplo, en el caso de carne o pescado, se recomienda cambiarlos de contenedor una vez que lleguen a su domicilio. Ya usen tarros de vidrio, sacos o empaques de plástico, es importante que todos estén debidamente higienizados y esterilizados con agua caliente. La correcta limpieza de los envases evitará el brote de hongos o la contaminación cruzada.
FUENTES: