El flujo de efectivo o caja es el movimiento de dinero que existe dentro de un negocio. Mantenerlo sano es muy importante, ya que de eso depende contar con el capital para la operación de la empresa: pagar salarios, rentas, servicios, intereses, etc.
No se debe confundir las ganancias con el flujo de caja. Este se llama así porque el dinero, efectivamente, fluye, es decir, va y viene: entra a la empresa a través de ventas, financiamiento o venta de activos, y sale de ella en forma de pagos que son necesarios para la operación.
Aquí te presentamos algunas estrategias que puedes implementar para mantener el flujo de efectivo en tu negocio:
Medidas a corto plazo
La medida más inmediata que puedes aplicar es aumentar precios para elevar con ellos tu margen de ganancia y la entrada de recursos, pero advierte que esta acción puede traer riesgos para la relación con tus clientes. Sin embargo, debes asegurarte de subir tus precios cuando sea necesario debido a factores como la inflación, pues si no lo haces, verás afectados tus ingresos.
Otra estrategia es buscar que en lugar de pagos por proyecto, el trato con tus clientes sea de una iguala mensual por algunos servicios que les proporciones. Esto te permitirá planear mejor tu flujo de efectivo al saber que cuentas con una entrada fija de dinero. Para lograrlo, puedes ofrecer incentivos como descuentos o servicios complementarios.
Proveedores y compras
Busca proveedores que ofrezcan mejores precios o mejores tratos que los que ahora tienes. También puedes utilizar créditos para pagar insumos o servicios. Si lo haces, es recomendable que destines una tarjeta exclusivamente para este propósito, sin mezclarla con otros gastos, especialmente personales.
Una estrategia que puede ser útil es juntarte con otras empresas para realizar compras cooperativas. De esta manera, adquirirán juntos una mayor cantidad de producto que puede llevar a obtener descuentos por volumen. La cuenta se dividirá según lo que cada quien compre.
Te recomendamos revisar condiciones y precios de servicios que se renuevan periódicamente, tales como seguros. No dejes que se renueven automáticamente, primero cotiza con otros proveedores y asegúrate de que sigues recibiendo el mejor precio.
Analiza si te conviene más arrendar que comprar. Aunque a largo plazo el costo de una renta sea mayor, puede ser que comprar equipos de cómputo, maquinaria o autos descapitalice demasiado a tu empresa y la deje sin flujo de efectivo para su operación cotidiana.
Medidas a largo plazo
Las soluciones más duraderas son las que tienen que ver con procesos de control y monitoreo de las operaciones de la empresa, por ejemplo:
Automatización
Es fundamental automatizar el control de gastos para evitar fugas de capital. En la actualidad, esto se hace mediante sistemas que centralizan toda la información y la mantienen actualizada en tiempo real. Estos sistemas, además, pueden integrar todas las áreas de la empresa, de modo que es posible detectar dónde se pueden estar presentando las posibles fugas. Este tipo de herramientas nos ayudan a tener mayor control en áreas como autorización, registro y comprobación de gastos, así como en el seguimiento de la conformidad con el presupuesto.
Facturación
Un flujo de efectivo sano está estrechamente relacionado con un proceso de facturación eficiente, ya que muchas veces de esto depende que recibamos nuestros pagos a tiempo. Hay que asegurarse de no cometer errores en la emisión de facturas, como capturar erróneamente datos, fechas o conceptos, o enviar el CFDI a un área equivocada.
Finalmente, hay que definir un proceso de cobranza en el que se repartan con claridad las responsabilidades: ¿quién emite la factura?, ¿quién está en contacto con el cliente para procurar el pago?, ¿quién verifica que el pago se haya recibido?, ¿quién supervisa todo el proceso?
FUENTES: