Además de muchas satisfacciones, el emprendimiento es un camino que conlleva incertidumbre y múltiples aprendizajes. Tomar la decisión de empezar un negocio está regida por la mentalidad de ganar autonomía, realizarse personalmente y ayudar a los demás, pero a la par del impulso positivo para generar una idea novedosa, competitiva y única, también pueden salir a relucir miedos que, incluso, podrían crear una barrera que te impida iniciar y dar el primer paso. En este artículo te compartimos cinco miedos que pueden alejar a una persona emprendedora de su meta.
1. Cometer errores
Tener una visión ganadora no es sinónimo de no sentir temor. La curva de aprendizaje en el trayecto a la construcción de un negocio propio, sólido y rentable implica enfrentar obstáculos y cometer errores. El perfeccionismo forma parte inherente de la mentalidad de una persona emprendedora, por lo que dar un paso en falso podría llevar al abandono del proyecto de negocio. En lugar de esto, si un error se produce (y se producirán muchos en el camino), lo mejor es reconocer la falla, analizarla, aprender de ella y seguir adelante. ¿Por qué hubo una equivocación en el proceso? ¿Quiénes son los implicados? ¿Qué soluciones propones para corregir la problemática o qué soluciones futuras podrían aplicarse a una situación similar?
2. Manejo inadecuado de la tecnología
En la era digital, promocionar y vender en internet es indispensable. Muchas emprendedoras y emprendedores solo conocen las herramientas convencionales para mostrar sus productos o servicios de persona a persona como una fórmula efectiva. El miedo al cambio, a probar cosas diferentes, a apoyarse en las nuevas tecnologías podría disminuir las posibilidades de éxito desde el inicio. Pero si como líder tomas el riesgo de adentrarte en un terreno poco explorado, asegurarás un sinfín de aprendizajes. Acércate a otras personas expertas o emprendedoras para conocer a fondo las redes sociales, el uso de las mensajerías instantáneas que ayudan a mejorar la atención al cliente y las soluciones de pagos digitales para vender de forma más sencilla y segura, como las que te ofrece Evo Payments.
3. Falta de solvencia
Detrás de un nuevo negocio suele haber una inversión importante. Comprar todo lo que necesitas para que tu negocio funcione es uno de los últimos pasos antes de arrancar, pero también es uno de los más temidos. Para hacer rendir tu flujo de efectivo cuando comienzas un negocio, tienes que tomar en cuenta todos los insumos diarios, el pago a tus proveedores y a tu personal. Si bien no puedes tener certeza de que todos los días tendrás las mismas entradas económicas, sí puedes protegerte de los imprevistos con un plan de ahorro. Con ello, seguramente tendrás más tranquilidad mental para invertir en tus sueños sin comprometer tus gastos.
4. Poca confianza en tus capacidades
Supongamos que estás por montar una ferretería y ya cuentas con todo el material, con el capital y con un local preparado para comenzar a vender. Ahora tienes que capacitar a tu personal sobre cada uno de los productos que se ofrecen en tu establecimiento. Si como líder no confías en tus conocimientos y capacidades, le estás mostrando inseguridad y falta de expertise a tu equipo y, por consecuencia, a tus clientes. Confía en lo que sabes y en la capacidad que tienes para transmitirlo.
5. Incertidumbre ante la pandemia
La presencia de la pandemia en nuestra vida diaria es una realidad innegable, por lo que hay que reconocer las oportunidades detrás de ella. Si estabas a punto de emprender antes de la emergencia sanitaria, o justo ahora quieres iniciar un nuevo negocio, no tengas miedo, esta nueva normalidad es retadora, pero no te impide hacerlo. Pregúntate de qué forma tu negocio puede responder a las necesidades actuales de los consumidores y qué medidas han tomado otras y otros emprendedores. Utiliza el miedo a los altibajos comerciales por la pandemia como una herramienta a tu favor. No puedes evitar el cambio, pero sí puedes adaptarte a él.
El miedo y la incertidumbre forman parte de tu proceso hacia el éxito. Acéptalos y aprende a gestionarlos. Busca motivaciones para salir de tu zona de confort, documenta todo el proceso hacia tu meta, evalúa los riesgos, planea, infórmate y, sobre todo, actúa. Pasar de la idea a la acción es el objetivo de un negocio redituable.
FUENTES:
https://www.estrategiaynegocios.net/
https://www.negociosyemprendimiento.org/
